Detrás de la Guerra en Colombia (Ariel Avila, Planeta, 2019)

Luego de haber estado por fuera de Colombia durante unos 25 años, mirando a Colombia desde cerca y desde lejos, ha sido muy rico leer este libro de Ariel Avila, que conecta de una manera magistral con los trabajos escritos por Orlando Fals Borda y Eduardo Umaña Luna, con el trabajo más reciente de Los Violentólogos, con el libro reciente de Jorge Orlando Melo, con el Proceso de Paz y con los libros escritos por Enrique y Juan Manuel Santos recientemente.

El libro se ocupa de los contendientes: el Acuerdo de Paz entre el gobierno y las FARC-EP  y el regreso del Uribismo al poder requieren un balance. El material acopia un volumen de datos nunca visto en relación con el conflicto armado. Es una mirada en detalle de la confrontación de más de 50 años involucrando guerrillas, Estado, paramilitares, las Bandas Criminales (BACRIM) y los Grupos Armados Organizados.

La guerra más real y concreta sucedió entre 1995 y 2005. La confrontación tuvo recorridos geográficos, pero es en el período 1995-2005 cuando sucedió una guerra de co-producción. Ocurrieron simultáneamente diferentes tipos de guerra con repertorios de violencia específicos que logran un empate técnico negativo para concebir el proceso de paz. Los 4 capítulos (516 páginas) permiten al autor alcanzar conclusiones teóricas y empíricas. Dentro de los 4 modelos paramilitares de América Latina, el colombiano fue el más alejado del Estado. Para reconstruir la memoria del conflicto nos toca ver que sus estrategias y tácticas militares (secuestros de las FARC o los Falsos Positivos) fueron planeados.

Aunque vivimos la guerra a partir de seguir la “historia diaria” contada por los medios o por las militancias de diferentes movimientos, el libro de Ariel Ávila es como recomponer “la película”, para presentarla de una manera bien relacionada con las estadísticas existentes. Yo siento el libro como la posibilidad de ver el cuadro completo, en sus trazos gruesos, al tiempo que logra un detalle perfecto. Es relativamente fácil ver los trazos gruesos, pero es un desafío enorme seguir los detalles de la investigación.

Me parece interesante destacar:

  1. La enorme colaboración de las entidades que entregaron las estadísticas que permiten componer el cuadro:
  • CIDH, MAPP/OEA, Ministerio de Defensa Nacional; Comando General de las Fuerzas Militares, Fiscalía General de la Nación, Vice-presidencia de la república: Observatorio de Derechos Humanos y DIH, Policía Nacional de Colombia, Instituto de Medicina Legal de Colombia, Defensoría del Pueblo, Instituto Popular de Capacitación, Medellín, Corporación Nuevo Arco Iris, Fundación Paz y Reconciliación, los diarios El Tiempo, El Espectador y la Revista Semana. El libro trabaja sobre otros numerosos trabajos de Ariel Avila.

 

  1. Me parece excelente el trabajo estadístico hecho con la información obtenida, que permite ver las “manchas” negras de las acciones, quiénes fueron sus promotores, las estrategias y sus cambios, la enormidad de nombres de las bandas paramilitares, los municipios donde actuaron, los desplazamientos resultantes y la cantidad de muertos.

 

  1. Hay conclusiones de tipo teórico y otras de tipo empírico.
  • No es el proceso del Caguán el que entrega el país a la guerrilla, sino es la cosecha de acciones iniciadas en 1994 las que muestran resultados para la guerrilla. En este período se fortalecieron los paramilitares.
  • Tanto las FARC como el Gobierno tenían un plan B: hubo negociaciones (Caguán) pero la dinámica militar continuó.
  • El Plan Colombia no fue una estrategia contra las drogas sino una estrategia contrainsurgente.
  • No hubo derrota de las FARC, pero sí hubo un empate técnico negativo
  • No solo hubo estrategia militar de ambos lados, pero también una estrategia territorial que lleva a que el norte quede con dominio paramilitar y el sur con dominio de la guerrilla. Hubo impacto sobre toda Colombia y el impacto ocurrió de my diferentes maneras. Ver Marco Palacios.
  • El texto muestra la diferencia entre parapolítica y FARC-política
  • Todas las fuerzas involucradas tenían sus repertorios de violencia.
  • Confluencia de hechos que lleva a unas políticas de frontera: con Ecuador, Venezuela
  • Influencia en la vida diaria de la población
  • La guerra fue planeada: “Los descuartizamientos paramilitares fueron planeados, los secuestros de las FARC o los Falsos Positivos fueron planeados. No fueron casos de <<manzanas podridas>>”. 46

 

  1. El paramilitarismo logra poner de su lado 4 grandes sectores de la sociedad: (a) Elites emergentes ligadas al narcotráfico,(b) la clase política regional y local, (c) las Fuerzas Militares, y, (d) algunos funcionarios estatales.

 

  1. La reforma a las fuerzas militares, su equipamiento con armas y estrategias, y el apoyo de los Estados Unidos (Plan Colombia) se vuelven factores claves en el control de la etapa final del conflicto.

 

  1. Dinámica de confrontación con el ELN. Es el único grupo históricamente importante que queda, pero su perspectiva real y concreta no es clara, ya que su derrota estratégica es evidente. Ha entrado en varias fases de resistencia pasiva.

 

  1. Bajo la sombra proyectada por los Diálogos del Caguán, Pastrana le entregó el poder al paramilitarismo. Con la destrucción de toda la base social del ELN [y de numerosos movimientos sociales]. La guerra del paramilitarismo fue contra la sociedad. “Todo parece indicar que hubo acciones coordinadas entre las AUC y las Fuerzas Militares.”315

 

  1. El choque entre las FARC y el ELN debilitó a ambos movimientos, así como una salida conjunta.

 

  1. “Si bien la presente tesis se refiere a las estrategias de la guerra, todo parece indicar que la cooptación del Estado fue un estadio superior de un proceso que tenía a la violencia como estrategia primera”. 342

 

  1. Estamos dentro del final de una guerra y la reconfiguración de otra (cap. 4 dedicado al 2009-2018).
  • Así las cosas para 2015, previo a la declaración del cese bilateral al fuego, se podría decir que las FARC-EP operaron en 17 subregiones y 242 municipios. (ver mapa 57 del libro de Ariel Avila).

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  • Las BACRIM – la última generación y la nueva reconfiguración. “En muchas zonas del país la población no sentía cambio alguno. La presión, la intimidación era igual, la diferencia era que mataban un poco menos”.452.
  • Estas nuevas expresiones del paramilitarismo llegan con una “marca nueva” pero con todas las relaciones con autoridades locales y de la fuerza pública construídas por el paramilitarismo.

 

  1. “La última conclusión se refiere a las estrategias militares que crearon la ficción de unas guerrillas derrotadas y llevaron el conflicto lejos de los centros urbanos y los principales centros de votación en el país. Una ruralidad lejana en guerra y unas zonas urbanas sin consecuencias militares del conflicto armado. Ese proceso al final llevaría a la apatía de estos sectores urbanos frente al proceso de paz. Era como ver dos países con dos dinámicas diferentes.”516

 

  1. Así termina el libro, y quedan varias preguntas, unas planteadas en el libro por el autor mismo y otras que me surgen luego de la lectura:
  • Estaba convencido que el proceso de desplazamiento se había terminado dentro de los procesos mismos de las negociaciones del acuerdo de paz. Las cifras muestran que el proceso en sí cambió, pero que continúa, aunque concentrado en regiones específicas. Es esto parte del proceso del “aquí no pasa nada” evaluado desde los centros urbanos?
  • “…por qué el repliegue de las FARC-EP de zonas centrales, de cascos urbanos y de vías de comunicación se hizo sin mayores niveles de violencia”. 324
  • La resistencia pasiva del ELN, tiene que ver con su proceso (truncado por el gobierno Duque)de negociación de paz?
  • El asesinato de líderes sociales que pareciera crecer enormemente desde el final del proceso de paz y el inicio del gobierno Duque es parte del intento de continuar el conflicto en su nueva etapa?
  • Las expresiones de distintos sectores de la sociedad colombiana respecto a la negociación y al acuerdo de paz

 

Muchas gracias al autor por semejante trabajo y recomiendo su lectura y su estudio a otros lectores de dentro y fuera de Colombia.

Chía, 28 de agosto de 2019

Meditación y mapa de Buda

Goleman, Daniel / La Meditación y los Estados Superiores de Conciencia  /  Editorial Sirio, s.a., 2004

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Según me cuenta la Flaca, este libro que “apareció por ahí” me lo regaló La Lucha. Yo no me acuerdo cuándo fue, pero es uno de ésos libros excepcionales: excepcionalmente corto (77 páginas), excepcionalmente profundo (el camino  hacia el nirvana) y excepcionalmente retador, ya que nos conecta con el mapa de Buda para que “prendamos nuestra propia lámpara”.

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El buda trabajó sobre sí mismo y penetró la impermanencia, la insatisfactoriedad y la impersonalidad.  Realizó las cuatro nobles verdades: sufrimiento, origen del sufrimiento, la cesasión del sufrimiento y el camino para aniquilar el sufrimiento.

 El libro trata sobre los estados específicos de meditación (EEM), presentando un studio detallado del relato Vissudhimagga (Siglo V). Del SILA (pureza) pasamos a SAMADHI (concentración) y PRAJNA (discernimiento).  Son tres facetas de un proceso único.

SILA tiene su código disciplinario para seglares (cinco), para los novicios (diez) y para los monjes (doscientos veintisiete). Con esta disciplina nos preparamos para meditar. “Desprenderse de las obligaciones mundanas lo libera a uno para dedicarse de lleno a la meditación”. 20 PRESTA ATENCION A LA MEDITACION.

Concentración (Samadhi) es no estar distraído: se fija en el tema, entra en él, lo absorbe y se hace una con él.  Los temas llegan hasta 101, detallados en p.22  Con los varios temas se van logrando hasta ocho jhana (ruptura total  con la conciencia normal). El Budha, los maestros son claves para definir el camino específico propio.

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Es uno de ésos libros de lectura repetida. Mientras tanto toca meditar y ser capaces de identificar del punto específico de la ruta en que nos encontramos.

“Uno de los pocos estudios con que contamos sobre los yoguis que practican el Samadhi descubrió en algunos sujetos  un ritmo respiratorio extraordinariamente lento, entre cuatro y seis respiraciones por minuto. (Bagchi et al. 1971). Los jhanas y el retraso de la respiración constituyen lo que Wallace (1970,1971) ha dado en llamar el “cuarto estado de la conciencia”. 70

El que experimenta conoce (proverbio sufí)

“Tal como dijo Meher Baba (1967):

En la vida spiritual no es necesario tener un mapa complete del Camino para empezar el viaje. Al contrario, empeñarse en poseer todo ese conocimiento puede, en realidad, ser más un impedimento que una ayuda para avanzar… El que especula desde la playa sobre lo que es el océano solo conocerá su superficie. Sin embargo, quien realmente quiere conocer las profundidades del océano tiene que estar deseando zambullirse en él”. 76