Atención y Meditación / Constantino Casasbuenas / Chía, Julio 14 de 2022
La semana pasada un amigo me propuso la metáfora siguiente. Tratando de analizar su significado y el sentido para nuestra vida, he trabajado el texto de Jon Kabat-Zinn – “Mindfulness para principiantes”. Es un texto de unas 130 páginas.
Si construyo propósitos : esta es la metáfora:
Hay una organización en la que su gente aprende y suben hacia arriba. Uno de sus empleados lleva una semana de entrenamiento. El jefe se fue pues tenía que hacer exámenes médicos. Se nos presentan dos situaciones:
a) Almuerza y entra a sitio; va chateando. Llega a caja: “buenos días”. Qué venden? Encarga una hamburguesa sencilla con papitas y gaseosa. Paga. Se sienta a trabajar con su celular. Se sienta en la mesa y sigue trabajando en el celular. Como te fue? Le pregunta su esposa. Bien; ah sí el jefe se fue. Entre en un lugar y estaba bien.
b) Esta es una linda oportunidad y como estoy ya hace 3 años voy a ir a conocer sitios. Ríos de gente moviéndose. Grupo grande, ve 2 sitios y memoriza. Va a tercera cuadra y ve aviso muy grande. Entraré ahí. Va mucha gente. Dos cajas registradoras. Sitio limpio. Avisas. Señorita: entiendo que venden hamburguesas… deme una… la todo terreno, con papitas, etc. Paga. Vibrador. Toma tiempo promedios y calcula tiempo. Pone cronómetro. Ve salsas. Atiné el tiempo exacto. Acero inoxidable. Tomate y BBQ. Cuántos sobrecitos. Mesero. Pone todo al frente; gracias día por esta oportunidad. Ojalá que…. Ve los colores y se acerca y la huele. La muerde y los disfruta. Postre. Hay sitio para separar. Tres canecas. Y cómo te fue? Soy gocetas. Indigestión. El domingo vamos con los niños.
Ocurrió EXACTAMENTE LO MISMO, pero las categorías de valor son muy diferentes. Todo depende del ESTAR ATENTO. Hay una dirección diferente.
Texto de Kabat-Zinn va para el principiante eterno que hay en cada uno de nosotros. Tengo dos copias del libros escrito por Shunryu Suzuki. Ver mis notas en https://elnaranjodecutinorangetree.wordpress.com/2020/12/04/mis-notas-mente-zen-mente-de-principiante/. Tengo el libro que yo traduje en 1999 de Sister Elaine McInnes.
La práctica te permite recuperar tu vida.
Aquellos impulsos misteriosos que parecen emanar de una intuición profunda en la que confiamos plenamente y que nos arrastran, sin que sepamos muy bien por qué, en una determinada dirección. Es conciencia, una conciencia que se desarrolla prestando una atención concreta, sostenida, deliberada y al momento presente. Es un acto de amor para relacionarte con tu propia experiencia mediante una práctica continua.
Es una disciplina poderosa y curativa que nos permite enfrentarnos al estrés, el dolor y la enfermedad. Ver experiencia del REBAP. La nada resulta ser prácticamente el todo. Desde el inicio me trajo el libro de Sister Elaine, que traduje en 1999 y que publicamos el año pasado. Desde entonces medito
La meditación nos permite prestar atención a los aspectos de la vida que sueles ignorar o desdeñar. Es una escucha profunda. En su Mente de principiante: Suzuki Roshi, el maestro zen japonés que fundó el San Francisco Zen Center y conmovió el corazón de tantas personas, es famoso por haber dicho: «Son muchas las posibilidades que se abren ante la mente del principiante, pero muy pocas las que se presentan a la mente del experto»
La respiración: “una puerta batiente”. solo respiramos en el ahora. Poco a poco empezamos entonces a darnos cuenta de lo que es la atención. Ver la relación existente entre lo que parece ser el perceptor (tú) y lo que parece ser percibido (el objeto al que estés atendiendo). Entonces es cuando te das cuenta de que ambos forman parte de una totalidad dinámica e inconsútil que, en última instancia, jamás han dejado de estar unidas.
¿Quién está respirando? Es un error, por más que repitas de continuo «estoy respirando», creer que eres tú quien está respirando. No hay en “ti”nada responsable de que tu cuerpo respire. Nadie puede vivir tu vida por ti.
Toca recuperar el único momento que realmente tenemos: siempre ha sido este.
Conciencia: es prestar una atención deliberada y sin juicio al momento presente. Lo que emerge no es más que la conciencia. Es un recurso que ya poseemos. Es aprender a habitar un dominio de la mente del que, hablando en términos generales, estamos desconectados.
La modalidad hacer y la modalidad ser: haciendo malabarismos con la tecnología omnipresente. Hay fundamentos científicos de la Universidad de Massachusetts. Ansiedad, pánico y depresión: paso de la activación del lado derecho a la activación del lado. Provoca cambios en la estructura cerebral al engrosar ciertas regiones cerebrales como el hipocampo, que desempeña un papel muy importante en el aprendizaje y la memoria, y adelgazar otras como, por ejemplo, la amígdala derecha, una estructura del sistema límbico que regula las reacciones basadas en el miedo.
Estamos hablando del corazón de la meditación budista. Sin embargo, su cultivo no es una actividad estrictamente budista. Las enseñanzas budistas constituyen un valioso tesoro: diferentes puertas de acceso al mismo recinto. Conviene El Buddha no era “budista”, un término acuñado, recordémoslo, en el siglo XVIII, por eruditos europeos, fundamentalmente jesuitas.
Las estatuas del Buddha, como muchos otros objetos de arte budistas no son símbolos de la divinidad, sino representaciones de estados mentales: “el que ha despertado”.
Apeló a su cuerpo y a su mente para explorar las cuestiones en las que estaba interesado, de la esclavitud y el sufrimiento.
Es fundamental calibrar y estabilizar la plataforma sobre la que se asienta, aprendiendo los rudimentos. Nuestra atención es bastante inestable, es ondulante. Morar en la conciencia es una práctica meditativa.
La belleza de la disciplina: motivación y objetivo relativamente constantes frente a las energías. Llevar una y otra vez el espacio y la claridad de la conciencia a todo lo que ocurra, por más que nos veamos impulsados en mil direcciones diferentes. No es necesario hacer nada ni corregir nada, sino una actitud amable y bondadosa hacia el proceso, un acto radical de amor… y de cordura.
Das la bienvenida a un momento de no hacer, a un momento de solo ser. Es familiarizarnos con nuestra mente a través de la observación cuidadosa. De otro modo, el pensamiento acaba dominando nuestra vida y tiñendo todo lo que sentimos, todo lo que hacemos y todo lo que nos preocupa
Todo el mundo se ve afectado por una corriente similar de pensamiento que está en movimiento las veinticuatro horas de los siete días de la semana sin darse la menor cuenta de ello.
La conciencia es la única capacidad que puede compensar al pensamiento. Atención y conciencia son habilidades que pueden desarrollarse. Aumenta la creatividad y libera la mente para producir tipos de pensamiento menos rutinarios y asociaciones más libres e imaginativas. No hay nada malo en el pensamiento. Su superficie es extraordinariamente tornadiza, cambiando de continuo en función de las “condiciones climatológicas” de nuestra vida: podemos sentirnos víctimas de nuestros pensamientos o cegados por ellos. Es la conciencia misma la que lleva a cabo todo el trabajo de liberación.
Podemos reconocerlos como meros pensamientos, dependiendo del modo en que nos relacionamos con ellos, pueden tener un extraordinario efecto positivo o negativo de nuestra vida.
La” importancia” de nuestro yo: si nos decimos «Esto “soy yo”» o «Esto “no soy yo”»), nos ponemos el piloto automático generando ilusiones y engaños.
La conciencia es un gran contenedor: mayor que el pensamiento y la emoción. desarrollada. Los objetos a los que atendemos no son tan importantes como la atención misma. Requerimos una atención cuidadosa, sistemática y disciplinada, Debemos entender, desde el mismo comienzo, que lo más importante no son, cuando estamos prestándoles atención, las sensaciones de la respiración, los sonidos ni los pensamientos. Lo más importante es la conciencia. Y tú ya la posees, aunque quizás sea más exacto decir que tú ya eres eso.
Parte II: Mantenimiento
Podremos enfrentar al estrés, el dolor, la enfermedad y el malestar. Asumimos el compromiso para llegar a niveles más elevados de salud y bienestar.
La verdadera salud no consiste en llevar a las personas a un estado de ausencia de enfermedad considerado “normal”, sino a un nivel de funcionamiento y bienestar físico, emocional y mental óptimo que el sujeto desarrolla, a través de la exploración sistemática y disciplinada, en el laboratorio de su propia vida, cultivo sistemático de nuestras capacidades biológicas y psicológicas intrínsecas para el bienestar y la sabiduría, incluidas la bondad y compasión que yace en el interior de cada uno de nosotros.
Es muy fácil quedar atrapados en nuestros sistemas de creencias, ideas, opiniones y prejuicios. movidos por el amor o la desesperación. Es importante desarrollar una atención afectuosa. Brota de manera natural y va a todos los sentidos. Podremos ser conscientes y conocer, por tanto, cualquier cosa. La visión meditativa —especialmente budista— reconoce de manera explícita la existencia de más de cinco sentidos.
Podremos sentir, arraigado en tu cuerpo, lo que estés sintiendo (el miedo, la vida, la tristeza, la frustración, la irritación, la impaciencia, el aburrimiento, la satisfacción, la empatía, la compasión, la felicidad, etcétera). Basta, para ello, con estar atentos.
Estamos dotados de capacidades sensoriales adicionales esenciales para la vida y el bienestar: proprius, que significa “uno mismo” y ceptio, que significa “sentir”. La estática como dinámicamente. Hay otro sentido habitualmente muy poco conocido llamado interocepción que nos permite conocer el modo en que se siente nuestro cuerpo desde el interior.
La unidad de la conciencia : No existe separación experiencial alguna entre interior y exterior, entre conocedor y conocido, entre sujeto y objeto y entre ser y hacer. Parece haber una separación. Podríamos decir, “darse cuenta”, sin “yo” permanente, inmutable y centralizado que experimente todo eso.
Conocer es darse cuenta. La “escucha simple” se refiere a la conciencia de que estás escuchando. Conocer es darse cuenta, algo a lo que tenemos acceso sin necesidad de intermediación del pensamiento. Pero también puede incluir todos y cada uno de los contenidos mentales cuando el pensamiento empieza a girar en torno a ver, escuchar o cualquier otro aspecto de nuestra experiencia.
La conciencia también es un verbo, conjugando la vida como práctica meditativa. Estamos completos. Dirigimos sistemáticamente energía en forma de atención y conciencia. Podemos sentir el mundo de formas diferentes. Y, cuando cobras conciencia de estas dimensiones de tu ser, tu vida entera se convierte en escenario de la práctica meditativa.
Te ves inspirado y motivado por la fortaleza, tenacidad y comprensión de otras personas, cualidades que se manifiestan en circunstancias especialmente difíciles. Perteneces a la humanidad. Perteneces a la vida. Perteneces a este momento. Perteneces a esta respiración.
Tenemos el desafortunado hábito de fragmentar nuestro mundo en interior y exterior, No es de extrañar, por tanto, que nos sintamos incompletos. ¡Ningún problema! Estaré más atento». Es una forma de ser que requiere de un cultivo continuo. No es fácil.
¿Quién soy yo? Nos toca cuestionar nuestra propia narrativa, que puede girar en torno al sentirnos inadecuados, estúpidos o indignos de amor, lo que acaba resultando desesperanzador. Eres más que cualquier narrativa.
Una de ellas, llamada “foco narrativo” (FN), permanece activa mientras elaboramos una historia basada en nuestra experiencia. Una segunda red, denominada “foco experiencial” (FE), permanece activa cuando nos asentamos en lo que experimentamos en el momento presente, cuando estamos mucho más en el cuerpo y en el despliegue de la experiencia sensorial, sin la evaluación añadida por la red narrativa. el modo en que nuestro cerebro procesa la experiencia (en este caso, en el modo en que experimentas el despliegue de tu vida y lo que te dices a ese respecto).
Cuanto más nos entrenamos en vivir nuestra experiencia en el momento presente sin valorarla ni juzgarla sumariamente, más podremos descansar atentamente en nuestra experiencia somática, más podremos cambiar de la modalidad FN por defecto a la modalidad FE y más podremos morar en la experiencia del momento presente.
Nunca has dejado de ser total. Experimentaremos una profunda “rotación de la conciencia”, un despertar a una unidad más profunda que engloba e impregna toda nuestra vida.
Walt Whitman decía, en el Canto a mí mismo: «¡Yo soy inmenso! ¡Contengo multitudes!».
Una forma diferente de prestar atención: quizás estemos atrapados en el hábito inconsciente y no examinado de pensar en nosotros de un modo limitado y contraído. Nos toca examinar los elementos fundamentales de nuestra vida —en especial, las identificaciones en que incurrimos y sus consecuencias para nosotros y los demás “rotación ortogonal de la conciencia”. Es asumir con sinceridad nuestra propia ignorancia. Así podrás dar el salto que te conduce a otra dimensión de creatividad, imaginación, poesía o lo que fuere.
La mente preparada: «¿Cómo es que no lo he visto?» .El conocido Luis Pasteur dijo: «La suerte favorece a la mente preparada». Es una mente dispuesta, quizás solo intuye. ¿Qué es lo que tú tienes que ver? «¿Cuál es mi Camino, con “ce” mayúscula?» o «¿Cuál es mi Trabajo, con “te” mayúscula?».
Parte III: Profundización
Ningún lugar al que ir y nada que hacer. Es [“atención plena”], debes tener en cuenta que también significa “corazón pleno”]. Es emprender la práctica con una actitud suave, amable y compasiva hacia uno mismo. Es más ser que hacer! tiene que ver con el hecho puro y simple de atender. Es la acción que brota del ser.
Lo que, en este momento, estás experimentando ya es, por el hecho de estar experimentándolo, especial y extraordinario. La acción apropiada es lo que está desplegándose en tu experiencia, en tu cuerpo y en tu mente. Necesito escuchar lo que realmente dice un paciente, un colega, un amigo o tu hijo. Es como si le hubieras lanzado —metafóricamente al menos— una flecha directa a su corazón. «Eso debe haberte dolido. ¡Perdóname, por favor!».
Si eres consciente de lo que ocurre, estás haciendo bien las cosas. Y es algo tan cierto como difícil de aceptar.. Es el programa del momento presente, tu vida desplegándose aquí y ahora. «¿Qué es lo importante? Seguiré centrado en la respiración». Lo importante de verdad es la calidad de la atención. Ahí es donde entra en escena el no juicio. No juzgar es un acto inteligente y bondadoso.
Tú, gracias a Dios, solo puedes ser tú mismo. No eres el Dalái Lama, la Madre Teresa o cualquier otro. No sabes cuál fue la experiencia interior de todas estas personas. El conocimiento encarnado. ¿Cómo podemos encarnar ese conocimiento en los momentos más estresantes, cuando las cosas realmente van mal? Son infinitas las ocasiones que nos brinda la vida de explorar aspectos a menudo soslayados de nuestro ser.
Por más inadvertidas e inexploradas que sean, las cosas pueden cambiar si nos acercamos a nuestra experiencia como si de un experimento se tratara, con el corazón abierto y una actitud realista. Pasamos la mayor parte de la vida sufriendo, de un modo u otro, frente a lo que Zorba el griego llamaba «la catástrofe total» . Es investigar y mirar donde menos nos gusta. De ese modo, te familiarizarás con las experiencias difíciles y desagradables. «¿Están asustadas, inquietas, preocupadas o ansiosas la conciencia de mi miedo, de mi inquietud, de mi preocupación o de mi ansiedad?», «¿Duele acaso la conciencia del dolor?», o: «¿Está triste mi conciencia de la tristeza? El siguiente paso consiste en renunciar por completo al “yo” para que deje de ser mi sufrimiento, mi ansiedad o mi tristeza y ver cómo se siente.
¿Qué significa liberarse del sufrimiento? (El Dharma es la enseñanza universal del Buddha sobre el sufrimiento y la posibilidad de liberarse de él.) Es el ufrimiento adventicio, podemos liberarnos por completo, como dijo el Buddha, basándose en las «investigaciones que llevó a cabo en el laboratorio de su propia experiencia» —en ausencia de lo que nosotros le añadimos, ya puede ser lo suficientemente intenso. Y todo ello significa que la forma en que nos relacionamos con el dolor es extraordinariamente importante.
Los reinos infernales: ley de la impermanencia, es decir, el hecho de que todo cambia y nada perdura. Nuestra conciencia ya es libre y responde internamente a nuestras circunstancias, por más que estas trasciendan todo posible control. La liberación está en la práctica. Es sumergirnos en la oscuridad y perseverar en el horror y el sufrimiento, sin el menor atisbo de “solución” realista ni luz al final del túnel. Lo que sucede nos sucede a nosotros, no a otra persona. Buscamos una forma de establecer una relación más sabia con lo que es, con lo que ha sido y con lo que ignoramos cómo será.
No es la idealización romántica de un estado especial de ser. Es la disposición a descansar en el no saber, en la interfase entre saber y no saber, y responder adecuadamente a lo que necesitamos atender en este preciso momento, en las circunstancias concretas en que nos encontramos, con amabilidad hacia uno mismo y hacia quienes más necesitan nuestra ternura y claridad.
La belleza de la mente que se conoce a sí misma, interesada en explorar la interfase existente entre saber y no sabe, de interconexión, cooperación y amabilidad. Cuida tu práctica meditativa: sembrar las semillas, regarlas y cuidarlas para que puedan prosperar. No mencionar siquiera que estamos meditando.Es mejor, en cualquier otro caso, minimizar lo que digas o expliques al respecto a tu familia y amigos que puedan estar interesados. Ninguna narración.
Una actitud no-violenta: ahimsa.
.El deseo: Estos estados mentales tóxicos, como también se les llama, se dividen en tres categorías diferentes:
- Avidez, aversión
- La delusión y la trampa de las profecías de obligado cumplimiento. El momento adecuado es siempre ahora. No hay otro momento más que ahora. Lla conciencia de ese mecanismo de evaluación automático e inconsciente determina también que tu vida sea, a partir de entonces, diferente.
- Si eres un maestro, descubrirás lo beneficioso que puede resultar enseñar a tus alumnos el modo de prestar atención y alentarles a cultivar, tanto en clase como en casa, una mayor conciencia de su cuerpo, de sus pensamientos y de sus emociones. propiciando la creación de una sinfonía cada vez más rica.
Es la ventura sin fin de hacer realidad lo posible.
Parte IV: Maduración – Siete actitudes que presentamos a continuación son fundamentales:
1. No juzgar: de un modo u otro, todo está teñido de algún tipo de juicio. Advierte, pues, cuando empieces a practicar la meditación guiada, la frecuencia con la que emergen diferentes tipos de juicios.
2. Paciencia: Salir completamente del tiempo.
3. Mente de principiante: Es sabio recordar lo poco que realmente sabes sobre la meditación. «Sinceramente creo que deberías buscarte otro maestro mejor».
4. Confianza: ¿Puedes confiar en el cuerpo? Quizás tu orientación actitudinal pueda movilizar lo que está bien en tu cuerpo para vivir la vida lo más plenamente posible, aunque ignores lo que va a ocurrir. ¿Puedes confiar en lo que ignoras? A veces sabemos y a veces no sabemos. Y a veces podemos confiar también en ese “no saber”.
5. No-esfuerzo: la agenda consiste simplemente en estar despierto. Pero que no debas esforzarse no implica, como ya hemos visto, que no te queden todavía muchas cosas por hacer. Y esta es, en sí misma, una forma de arte, el arte de la vida atenta y consciente.
6. Aceptación: llegar a la aceptación es una de las cosas más difíciles del mundo. Es descubrir el modo más sabio. La aceptación, como ya hemos dicho, es una expresión viva de la sabiduría. «Solo podré ser feliz si se cumplen determinadas circunstancias». Pero aferrarse es lo opuesto a aceptar. A veces puedes experimentar la negación por un tiempo, a veces puede tener que experimentar la ira y la rabia y, a veces, debes aceptar tu tristeza.
7. Dejar ir, lo que significa dejar ser. Poco a poco nos damos cuenta de que esta opción puede ser el único enfoque sano, sensible y saludable en la experiencia del que disponemos.
Comencemos la práctica formal:
Para practicar cada día en casa, un tiempo que puedas dedicarte solo a ti, un tiempo solo para ser. Respirar, posición, cuerpo, espíritu. Me gustó el ejercicio de la pasa.
Atención plena al comer: dejamos que una pasa, una uva seca, se convierta en el principal objeto de nuestra atención, comiendo de un modo mucho más detallado y lento del habitual.
El reto de esta meditación guiada —y su belleza por cierto— consiste simplemente en estar con cada momento tal como es: con la vista, con el olfato, con el sostener una pasa en tu mano, con la sensación que produce en tus dedos, con la anticipación que precede a su ingesta y con el modo en que todo ello se manifiesta en el cuerpo y en la boca, con el momento en que la depositas en la boca y el modo en que es “recibida”, con el masticar lento y reflexivo, con el saborear momento a momento y el modo en que va transformándose con el tiempo, con la aparición del impulso de tragar y de tu respuesta al mismo, con todos los pensamientos y emociones que puedan surgir a lo largo de este proceso y con las consecuencias extendidas de haberlo tragado.
Atención plena a la respiración
Atención plena al cuerpo como una totalidad
Atención plena a los sonidos y los pensamientos
Es conciencia pura: Es como si el momento en que viviésemos fuese el único realmente importante.
Agradecimientos : Alan Wallace por su visión del Budhha como gran científico y por la metáfora del telescopio y la necesidad de estabilizarlo y calibrarlo.
Un buen punto de partida
Meditación en acción (Chogyam Trungpa)
Mente zen, mente de principiante (Shunryu Suzuki)
Mindfulness en la vida cotidiana (Jon Kabat-Zinn)
The Mindfulness Revolution (Barry Boyce)
A Mindful Nation (Tim Ryan)
La “sabiduría” consiste en ir más allá de nuestra percepción y comprensión equivocada de la realidad hasta conocer la naturaleza misma de las cosas.
¿Quién soy yo?
¿Qué busca mi corazón?
¿Sabemos de manera clara y segura quiénes somos o simplemente estamos elaborando una narrativa gigantesca y, hasta cierto punto, convincente, dentro de la que nos hallamos inconscientemente sumidos?
Sutra del Corazón: pieza clave de las meditaciones Zen.
Viktor Frankl «Al ser humano se le puede arrebatar todo, menos una cosa, la última de las libertades humanas, la libertad de elegir la propia actitud en cualquier conjunto de circunstancias, es decir, la libertad de elegir su propio camino».
Leer
- Walt Whitman,Canto a mí mismo: «¡Yo soy inmenso!
¡Contengo multitudes!».
- Kabir, el gran poeta indio del siglo XVI— con una habitación en la ciudad de la muerte
- T.S. Eliot en Cuatro cuartetos, «Ridículo el estéril tiempo triste/que se extiende antes y después».